Desde mi perspectiva, esta experiencia ha sido sumamente enriquecedora e interesante, porque nos ha permitido conocer de cerca las realidades que enfrentan diversos emprendedores en el desarrollo de sus negocios. El trabajo en este proyecto nos ha impulsado a fortalecer nuestras habilidades de interacción social, generando vínculos más estrechos con las personas a las que brindamos asesoría. Esta interacción directa no solo refuerza nuestro compromiso desde la carrera de Derecho, sino que también nos dota de herramientas prácticas que serán valiosas en nuestra futura labor profesional, cuando debamos representar y defender los derechos de nuestros clientes.
En mi experiencia particular con el emprendedor asignado, el proceso fue positivo, hubo comunicación fluida, disposición mutua y cooperación constante, generando así un ambiente de confianza y entendimiento que ha favorecido el buen desarrollo del proyecto.
Participar fue una vivencia enriquecedora en múltiples sentidos, ya que ha permitido establecer un contacto directo con el entorno emprendedor, conociendo de cerca las motivaciones, obstáculos y aspiraciones de quienes han decidido iniciar un negocio propio. Esta interacción no solo nos ha brindado una mirada práctica del emprendimiento en el contexto ecuatoriano, sino que también nos ha sensibilizado respecto a las necesidades reales de los ciudadanos que buscan formalizar sus actividades económicas.
El proceso de acompañamiento nos ha llevado a realizar un análisis integral sobre la situación tributaria de los emprendedores, considerando aspectos como su inscripción o no en el SRI, su pertenencia al régimen RIMPE y los desafíos que enfrentan para cumplir con sus obligaciones fiscales. En muchos casos, hemos identificado una notable desinformación, no por falta de interés, sino por la complejidad normativa o la escasa difusión de procesos simplificados.
Este tipo de hallazgos ha fortalecido nuestra vocación de servicio desde el derecho, al ver cómo nuestras orientaciones pueden generar un impacto positivo en la gestión y sostenibilidad de los emprendimientos.
Una de las habilidades que más hemos desarrollado durante esta experiencia ha sido la comunicación efectiva, ya que dialogar con personas externas al ámbito jurídico requiere el uso de un lenguaje claro y accesible, sin tecnicismos innecesarios. Esto ha sido clave para establecer relaciones de confianza y lograr que los emprendedores compartan con transparencia la situación real de sus negocios. La empatía, la escucha activa y el compromiso se han convertido en herramientas esenciales para nuestro desempeño.
Del mismo modo, hemos comprendido el valor de la formalización no solo como una obligación legal, sino también como una oportunidad de crecimiento para los pequeños negocios. Inscribirse en el RUC, emitir facturas electrónicas y llevar un control básico de ingresos y egresos son acciones que pueden abrir las puertas a financiamiento, alianzas estratégicas o participación en ferias comerciales. En este contexto, nuestra función como estudiantes de derecho ha sido también motivar y guiar hacia una cultura de legalidad y organización.
La experiencia ha sido particularmente valiosa por la diversidad de los emprendimientos observados, ya que algunos están en etapas iniciales, con ideas creativas y mucho entusiasmo, mientras que otros ya tienen una trayectoria más consolidada. Esta variedad nos ha permitido adaptar nuestras recomendaciones a cada caso específico, generando propuestas prácticas y ajustadas a la realidad de cada emprendedor. Esta capacidad de análisis contextual es un aprendizaje que nos servirá mucho en nuestra futura vida profesional.
El trabajo en equipo también ha sido un pilar fundamental en esta experiencia, ya que compartir este proceso con una compañera ha enriquecido nuestra mirada sobre cada situación, permitiendo complementar habilidades y fortalecer la colaboración. El respeto mutuo, la responsabilidad compartida y la disposición para aprender juntas han sido claves en esta actividad.
Valoro profundamente el acompañamiento de nuestra docente, quien fue nuestra mayor guía durante el proceso. Su orientación y revisión han sido fundamentales para asegurar la calidad del trabajo. Saber que este esfuerzo será publicado en redes sociales y medios institucionales nos compromete aún más a entregar un producto bien redactado, auténtico y representativo de nuestra experiencia.
Este proyecto ha sido mucho más que una tarea académica. Fue una vivencia transformadora, una oportunidad de crecimiento personal y profesional, y un espacio para aportar desde nuestras capacidades al fortalecimiento del ecosistema emprendedor de Quito. Nos sentimos agradecidas y motivadas a seguir participando en este tipo de iniciativas.
Escrito por Valencia Gordón Marilyn Johanna, estudiante de Derecho, Universidad Indoamérica, UTI BUSINESS SEMILLERO EMPRESARIAL.
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