Participar en la incubadora de negocios Quito, como parte de BUSINESS UTI, ha sido una experiencia muy gratificante tanto en términos de educación como de crecimiento personal. En esta área pude conectarme directamente con un propietario de un emprendimiento que se especializa en la creación de artículos de madera para cocinar.
Este viaje me enseñó sobre las dificultades, los éxitos y las lecciones en la creación de un negocio con una identidad y objetivo claros. Desde el primer acercamiento al taller, me llamó la atención el orden, el cuidado y la dedicación con los que se elabora cada pieza. Escuché la explicación de cómo se trabaja con herramientas manuales y eléctricas para dar forma a cucharones, tablas de picar, organizadores de especias y otros utensilios que, además de útiles, resultan estéticamente agradables lo más interesante fue comprender cómo cada producto lleva consigo una intención: facilitar las tareas cotidianas en la cocina y al mismo tiempo embellecer ese espacio tan importante del hogar.
Una de las fases más reveladoras fue la explicación sobre la elección de la madera, el emprendedor selecciona cuidadosamente materiales resistentes y duraderos, priorizando siempre la sostenibilidad, aprendí que tipos como el laurel como el nogal o el guayacán tienen características distintas de textura resistencia y color, entonces cada uno requiere un tipo de tratamiento. Este conocimiento fue nuevo y me permitió valorar el trasfondo técnico y artístico que conlleva cada pieza.
Tuve la oportunidad de conocer los desafíos que enfrenta este tipo de emprendimientos. La competencia con productos industriales de bajo costo, la dificultad para adquirir maquinaria moderna y la necesidad de captar un público que valore lo artesanal son algunos de los obstáculos que se deben sortear.
Lo más inspirador fue ver cómo el emprendedor ha encontrado en la constancia y en la pasión por su oficio las herramientas para seguir adelante esa perseverancia es un aprendizaje valioso que me llevo de esta experiencia.
Mencionó que el emprendimiento ha ido ganando reconocimiento gracias al trabajo constante, la participación en ferias locales y la promoción en redes sociales. Se organizan acciones, se programan los envíos y se mantiene la comunicación con los clientes. Este método me permitió evaluar la contribución y el trabajo de cada individuo.
Uno de los puntos clave era darse cuenta de que comenzar un negocio no se trata simplemente de vender artículos, sino de crear una propuesta con una identidad única. Cada artículo de madera simboliza un método para unirse con la naturaleza, combinando practicidad y patrimonio comprendí que cada artículo tiene una historia que necesita ser compartida por lo que como aprendiz mi trabajo es resaltar ayudar a estos eventos con una postura profesional y compasiva.
Como parte del proyecto, redacté este artículo que refleja la experiencia. La actividad me ayudó a mejorar mis habilidades de conversación, ya que se centró no solo en compartir información, sino también en transmitir sentimientos, creencias y conocimientos. Participé en la planificación de una sesión fotográfica para documentar visualmente el trabajo del emprendedor. Se eligieron productos representativos, la iluminación del taller y los detalles del proceso de elaboración.
El valor de que el proyecto promueva la documentación en video y fotografía es fundamental, ya que estas herramientas permiten mostrar el lado más humano y real del emprendimiento.
Lo que más me marcó de esta vivencia fue darme cuenta de que los emprendimientos locales son una fuente clave de desarrollo económico por lo tanto cultural y social. Apoyarlos significa apostar por la autonomía por la sostenibilidad y la generación de empleo digno. Esta experiencia me ayudó a reafirmar mi interés por involucrarme en proyectos con impacto real en la comunidad y a comprender mejor mi papel como futura profesional comprometida con el entorno.
Esta experiencia me dejó aprendizajes muy concretos: la importancia de la disciplina, la necesidad de innovar y el valor del trabajo en red me sentí orgullosa de poder contribuir aunque sea en pequeña medida a visibilizar el esfuerzo y el talento que hay detrás de cada producto. Salgo de este proceso con una visión más amplia sobre lo que significa emprender y con un mayor respeto hacia quienes se atreven a materializar sus ideas con sus propias manos.
El Semillero Empresarial me permitió conectar teoría y práctica me enseñó a mirar con más atención y respeto el entorno productivo local. El conocimiento que adquirí en esta experiencia lo llevaré conmigo, y tendrá una influencia real en mi formación profesional. Agradezco a la Universidad y al Proyecto UTI Business por abrir estos espacios que nos invitan a salir del aula mirar la realidad y participar activamente en su transformación.
Escrito por Mebys Dayana Cabascango Condor, estudiante de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Política, Universidad Indoamérica.
PROYECTO UTI BUSINESS SEMILLERO EMPRESARIAL.